No creemos ni en el origen divino del Poder, ni compartimos la aceptación de carisma alguno que privilegie a este o aquel ciudadano simplemente por razones de linaje. El principio dinástico por sí solo no hace acreedor para nosotros de poder a nadie sobre los demás ciudadanos. Menos aún podemos dar asentimiento y validez a los actos del dictador extinto que, secuestrando por la fuerza la voluntad del pueblo, y suplantando ilegitimamente su soberanía, pretendieron perpetuar sus decisiones más allá de su poderío personal despótico, frente al cual los socialistas hemos luchado constantemente [...] acaso era por esto que Pablo Iglesias exclamaba en el Parlamento el diez de enero de 1912: "No somos monárquicos porque no lo podemos ser; quien aspira a suprimir al rey del taller, no puede admitir otro rey".
20 de maig 2004
Noces (IV)
Quan veig les imatges d'en José Luis Rodríguez Zapatero i d'altres destacats ministres del PSOE, al costat dels "novios" i fent declaracions promonàrquiques, recordo el vot particular que va defensar el PSOE a la Comissió d'Assumptes Constitucionals de les Corts Constituients per a què l'actual Constitució fos una Constitució Republicana. L'històrica sessió allà on debaté i votà l'esmentada proposta republicana es celebrà el dijous 11 de maig de 1978 (BOC número 64). Reproduesc un fragment del discurs de defensa realitzat pel diputat socialista Gómez Llorente:
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