Avui dematí estava llegint una obra clàssica del pensament econòmic titulada Diez grandes economistas: de Marx a Keynes, de J.A. Schumpeter. Al capítol dedicat a Marx es va un interessant interpretació del sentit religiós i profètic de la ideologia marxista. Schumpeter no fou el primer en teoritzar sobre aquest aspecte, però el seu anàlisi l'he considerat força interessant:
"El marxismo es una religión. Para el creyente presenta, en primer lugar, un sistema de fines últimos que dan sentido a la vida y que tienen el carácter de normas absolutas mediante las cuales pueden juzgarse los acontecimientos y las acciones; ofrece, en segundo lugar, una guía para alcanzar tales fines, la cual implica un plan de salvación y denuncia de aquellos males que deben ser evitados a la humanidad o, al menos, a una parte elegida de ella. Podemos especificar más aún: el socialismo marxista pertenece a ese subgrupo de religiones que prometen el paraíso más acá de la muerte [...] pero Marx fue un profeta [...] el mensaje de Marx, que prometía el paraíso terrenal del socialismo, venía a representar para millones de corazones humanos una nueva esperanza y un nuevo sentido de la vida. Llámese, si se quiere, a la religión marxista -y habría mucho que decir a este respecto- un remedo o caricatura de la fe; pero no puede ignorarse su grandeza ni dejar de admirarla".
Schumpeter, Joseph A.: Diez grandes economistas: de Marx a Keynes, Alianza, Madrid, 1997, pàgines 33 i següents.
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