Ni "dedazos", ni "planchas"; ni "máquinas de guerra", ni "verticalidad"; ni "poderes especiales", ni política de "excepción"... davant de tot això, simplement ens queda reclamar DEMOCRÀCIA interna.Totalment d'acord amb la carta de Íñigo Errejón " En otras formaciones políticas, donde las ideas están sorprendentemente ausentes, bastan el dedazo y las planchas. En la nuestra, felizmente, no nos queda otra que democratizar. Pasar, en palabras ya conocidas, de una “máquina de guerra electoral” –que nos ha permitido llegar tan lejos- a una fuerza política madura, más inserta en el territorio, más diversificada, más eficaz allí donde representa los anhelos de un país mejor, que sepa articular el caudal de sabiduría y generosidad de tanta gente que desea contribuir al cambio. Después de tanta carrera, toca potenciar el debate y entregárselo en primer lugar a la militancia y a la ciudadanía, sin enfrentar a la gente por cara...